Hace unos días tratábamos la tarea no siempre fácil de explicar a un niño cómo se hacen los niños. Hoy se trata de adolescentes y sexualidad, dos temas bien complicados, vas a tratar con personas que ya están a pocos pasos de ser adultos y que tienen bastantes más inquietudes que un niño.
Por tanto afrontar temas de sexualidad con adolescentes es necesario tener mayor información para poder orientarlos y ayudarlos a tomar decisiones apropiadas con respecto a sus comportamientos sexuales. A algunos padres prefieren evitar este tipo de conversaciones, y la desidia hace que el adolescente de por bueno algunas de las cosas que le cuentan y que probablemente no son del todo ciertas.
Según los datos recogidos en la Encuesta de Salud Sexual, en España las mujeres en general demandan más información que los hombres, excepto en los temas de prevención de Infecciones de Transmisión Sexual y maneras de obtener y dar placer donde apenas se observan diferencias por grupos de edades.
Para las mujeres, los métodos anticonceptivos es el tema sobre el que les hubiese gustado recibir más información. Resulta interesante ver que al menos un 29,2% de la población encuestada de ambos sexos le hubiera gustado recibir información sobre violencia y/o abusos sexuales.
Obviamente a estas alturas de la vida el adolescente puede que ya haya experimentado, visto u oído cosas, con lo cual será más útil para él enforcar la conversación en los riesgos de las relaciones sexuales sin protección, el hecho de que deben ser responsables, cómo evitar embarazos no deseados, qué hacer en caso de que fallen los anticonceptivos, etc.
Es importante tratar también la parte emocional, su actitud con las personas por las que se siente atraído, y cómo se relaciona con dichas personas: los sentimientos, las diferencias, saber interpretar las reacciones y cómo él mismo reacciona. Hacerle ver que existe una relación entre el sexo, el amor y la intimidad.
Todo esto va a determinar en buena medida la vida sexual del adolescente, y cómo éste se relacionará en su vida social y familiar. Hay que tener presente la gran influencia de los padres, para el hijo sus padres, de manera conscientemente o inconsciente, son siempre el referente.
Por tanto el transmitirle miedos o prejuicios que nosotros tengamos de poco o nada le van a servir, realmente puede ser más interesante si estimulamos a los adolescentes para que hablen libremente sobre sexualidad, para que hagan preguntas sobre aquello que realmente les interesa, y que les respondamos de una manera clara y sencilla, siendo los más objetivos posibles.