En esta vida es importante aprender a escuchar, para así entender y empatizar mejor con los problemas de nuestros seres queridos. Aquí os dejo una pequeña historia desgarradora pero con final feliz 🙂
Una familia modelo cenaba tranquilamente cuando la hija de diez años comenta con lágrimas en los ojos:
– Ya no soy virgen…
Un silencio sepulcral se apoderó de la mesa y de repente empezaron las acusaciones mutuas:
– Esto es para que veas como eres una mala madre. (El marido dirigiéndose a la mujer) Eso le enseñas a la niña por ir vestida como una golfa y ligar con el primer imbécil que aparece por la puerta. ¡Claro, algún día esto tendría que ocurrir! ¡Con el ejemplo que ve la niña todos los días, no me extraña!
– ¿Y tú? (Apuntando con el dedo a la hija de veinte años) Qué te pones a hacer de todo en el sofá con ese novio tuyo, que tiene pinta de mariquita arrepentido, pero claro tu dices que es ‘metrosexual’ o como se llame esa cosa. ¡Es que eres igual a tu madre! Y la niña lo ve y quiere hacer lo mismo!!! Qué ejemplos son esos carajo!!!
La madre ya no aguanta más tanta humillación y le contesta:
– ¿Quién es el idiota que se gasta la mitad del sueldo en prostitutas y para colmo guarda sus teléfonos en el móvil? ¿Qué, piensas que soy ciega? Y aún más, sólo te diste de alta en Digital Plus para ver tus películas porno!!!
Totalmente descontrolada y al borde del colapso, la madre le preguntó a la niña, con los ojos llenos de lágrimas:
– ¿Quién te hizo eso, mi niña? Cuéntame.
Entre sollozos y lágrimas, la niña le contesta:
– La señorita Nora, se enojó conmigo y me sacó del Nacimiento y ahora ya no soy la Virgen. ¡Ahora soy una oveja!