Cirugías que también podemos llamar faloplastias e implantes son los métodos más invasivos para alargar el pene y por tanto sólo recomendados en casos muy particulares donde se produzca algún daño real, tengamos un pene realmente pequeño o bien una impotencia total.
Desarrolladores
Lo más habitual son los desarrolladores de pene que se basan en el método de tracción, el cual consiste básicamente en un sencillo aparato que sujeta el pene por ambos extremos, al mantenerlo en tensión los tejidos flexibles del falo van cediendo poco a poco, día tras día a lo largo de uno o varios meses.
Los objetivos que se alcanzan con estos métodos varían en función del tamaño que ya tiene nuestro pene, del número de horas al día que lo llevemos puesto y del periodo de tiempo que usemos el alargador. Algunos de los más conocidos en el mercado son los alargadores de pene Male Edge o Jes Extender.
En cualquier caso hablamos de aumentos de entre dos y cuatro centímetro de longitud y al mismo tiempo un aumento de grosor de entre uno y dos centímetros. No son dimensiones espectaculares, pero tampoco se trata de hacer magia y en muchos casos con pocos centímetros podemos estar dentro de la media y hacer feliz a más de uno.
Ejercicios
Tales como el jelqing o el clamping, donde a través de diferentes ejercicios tratamos de aumentar el largo y el grosor de nuestro pene. En el caso del jelq se trata de realizar un ejercicio repetitivo con nuestro pene en estado semi erecto muy similar a ordeñar; en el caso del clamping se trata de ajustar la base del pene con un cordón o anilla mientras nos masturbamos con el pene bien erecto.
Estas técnicas tienen un coste cero pero pueden tener serios efectos secundarios, sobre todo en el caso del jelqing donde se puede producir la rotura de vasos sanguíneos, daños en la uretra que podrían derivar en infecciones, o incluso disfunción eréctil. No es por acojonar, nunca mejor dicho, pero si está bien saber las posibles consecuencias de lo que hagamos con nuestro pene.
Bombas de vacío
En lugar de la tracción estas bombas de vacío funcionan creando vacío dentro de un cilindro en el que previamente habremos introducido el pene. Por pura física, en cuanto extraemos el aire del cilindro la diferencia de presión hará que el pene vaya ocupando el espacio libre y llenándose de sangre.
Esta técnica también se usa como tratamiento para la impotencia ya que ayuda a crear la erección que posteriormente bloquearemos con unas anillas en la base del pene, sin embargo para lo que es alargar el pene pues no es el mejor método, y si además se nos va la mano con la presión podemos liarla parda provocando rotura de vasos sanguíneos y ampollas.
Pastillas, píldoras y cremas para el desarrollo
Aquí si que podemos encontrar de todo, y si bien algunos de estos productos tienen un cierto grado de efectividad de manera temporal por el hecho de aumentar la circulación sanguínea, en la mayoría de los casos su efecto es bastante limitado o simple placebo. Por puro sentido común, y si bien sabemos que existen productos que tomamos en el gimnasio para inflar los músculos, también sabemos que estos productos suelen acarrear efectos secundarios, así que mucho ojo con lo que tomamos.
En definitiva creo que lo primero de todo es plantearse objetivamente si nuestro pene es pequeño y por supuesto hablarlo con un especialista, él mejor que nadie sabrá diagnosticar qué tan grande es nuestro problema y las posibles soluciones.