Sin duda una pregunta de lo más natural dado el enorme número de vibradores que hay en el mercado. Muchos de ellos son muy sofisticados y versátiles, pero todos diseñados para proporcionar mucho placer a la persona que lo usa. Los hay de todos los tamaños y colores, fabricados en una gran variedad de materiales.

¿Para qué lo quieres?. Realmente parece difícil decidirse, pero es mucho más fácil si sabemos para qué lo queremos. La pregunta puede parecer obvia, pero es realmente importante, existen vibradores para estimular el clítoris o para estimular el punto G, y los dos a la vez. Existen estimuladores de próstata para hombres, y vibradores anales en general. Existen vibradores para penetración vaginal, con y sin forma de pene.

Muchos vibradores ofrecen además diferentes modos de vibración y funcionan a mayor o menor velocidad. Algunos funcionan a pilas, otros con baterías que se recargan y otros se conectan directamente a un enchufe. Algunos los podemos usar en la ducha otros incluso los podemos sumergir en la bañera o en una piscina. Y así podría continuar unos cuantos párrafos más… es por eso que digo que es importante saber para qué lo queremos.

La potencia. Si nunca has usado un vibrador la elección es más complicada ya que aún no sabes si te gustan más los de potentes vibraciones o los que simplemente te masajean. La opción perfecta sería un vibrador con diferentes modos de vibración, que estimulara tu clítoris pero que también te permitiera penetrarte y estimular tu punto G, si esto es lo que buscas tu opción podría ser un vibrador tipo rabbit o bien vibradores para el punto G.

El tamaño. Si buscas más bien un vibrador discreto, que hasta te puedas llevar de viaje o la ducha puedes escoger entre los mini vibradores. Algunos son del tamaño de un huevo o una bala, y te garantizan interminables momentos de placer.

El presupuesto. Este es otro punto importante, buscas vibradores por menos de 30€, por menos de 60€, o como máximo 100€. Vas a poder encontrar vibradores de todos los precios, algunos son casi objetos de colección bañados en oro y con incrustaciones de metales precios, como es el caso de los vibradores Lelo.