Hay muchas razones por las cuales antes o después nos surge la necesidad de hablar de sexo con nuestra pareja o con la persona que estamos saliendo. Por ejemplo, hace poco comentaba el tema de las mujeres que fingen orgasmos, esta es una razón por la cual un hombre podría querer hablar de sexo con ella, pero puede haber muchos otros motivos.
A la hora de hablar de sexo con otra persona que nos interesa, lo mejor suele ser dar un pequeño rodeo, en lugar de abordar el tema de forma brusca, ya que puede resultar incómodo, pillar a la otra persona a contra pie y hacer que se ponga a la defensiva, lo cual no será ninguna ayuda.
Sacar el sexo como tema de conversación en ocasiones puede ser complicado o arriesgado, a muchas personas, tanto hombres como mujeres, no les gusta hablar de sexo, para ellos es una especie de tema tabú o que genera incomodidad porque se pueden tocar asuntos muy sensibles e íntimos; sin embargo, teniendo en cuenta que es una parte importante en las relaciones de pareja, no es un tema que se deba ignorar.
Si es verdad que dependiendo del estado de ánimo, una misma persona puede reaccionar de forma muy diferente a un mismo tema que tenga que ver con el sexo, por tanto el momento y las maneras suelen ser importantes si queremos tener una conversación fructífera.
Será importante prestar atención a su respuesta y a su lenguaje corporal, si ves que el tema está yendo demasiado lejos y la estás incomodando, entonces pasa a otro tema, siempre habrá tiempo para hablar de ello y quizás ahora no es el mejor momento. Señales de esto pueden se que ella mire para otro lado, en lugar de mirarte a ti, si ves que se siente incómoda, nerviosa o avergonzada, si da respuestas cortas o evita responder, o si trata de cambiar el tema de conversación.
Si en cambio ves que responde bien, que se siente cómodo hablando de sexo, entonces no lo estropees haciendo preguntas acusadoras, lo suyo es que reine el bueno humor, la distensión o en todo caso una cierta tensión sexual que invite a profundizar más en el tema. Para ello puedes echar mano del contacto visual, mira sus labios, haz bromas, mantente cerca y provoca el contacto corporal como si fuera algo “accidental”.
Como comentaba al comienzo, abordar el tema de forma indirecta casi siempre es lo mejor, empezamos por un tema de lo más inocente y poco a poco vamos desviando el tema a lo que realmente nos interesa: el sexo.
Por ejemplo, si quieres saber qué posturas sexuales son sus favoritas, puedes empezar sacando alguna anécdota sobre un amigo o una película donde intentaron hacerlo de alguna manera y aquello acabo de forma cómica, a partir de ahí es fácil enganchar el tema con lo que realmente nos interesa, dejando caer la pregunta sobre cuales son sus posturas favoritas o cuales son las posturas más raras que ha practicado o le gustaría practicar.
Abordar el tema de forma indirecta implica dar un pequeño rodeo, pero no importa, sobre todo si de paso echamos unas risas. Además será más fácil hablar de sexo si las historias están siempre relacionadas con otras personas, en lugar de hablar de ti o de ella directamente.
Si nunca habéis tenido relaciones sexuales, coquetea con ella pero trata de mantener cierto misterio, no reveles todas tus preferencias, deja que ella también pueda adivinar y descubrir cosas sobre ti. En otras palabras, deja que su imaginación vuele y que sienta el deseo de descubrir tu lado más íntimo y sexual.
También es importante mostrar confianza y seguridad, a pocas mujeres les atraen los hombres dubitativos, cobardes o que no saben lo que se traen entre manos. Si tienes dudas sobre sexo infórmate, lee libros o nuestra sección sobre sexualidad y prácticas sexuales, de forma que a la hora de pasar a la acción vea que estás seguro de lo que quieres y lo que haces.