Los condilomas o verrugas genitales son una enfermedad de transmisión sexual muy común dado que se contagian con enorme facilidad. El mero contacto con la piel bastaría para transmitir dicha enfermadad, y en ocasiones puede tener consecuencias graves ya que es una de las principales formas de contagio del virus del papiloma humano.

Lamentablemente la mujer es el grupo de mayor riesgo para este tipo de enfermedad, sin embargo tanto hombres como mujeres pueden ser portadores del virus. La parte más peligrosa en el caso de la mujer es cuando estas verrugas aparecen en el interior de la vagina y además no se presentan síntomas, puesto que esto permite a la enfermedad desarrollarse en silencio y degenerar en consecuencias más graves e incluso crónicas para la mujer.

Los condilomas tambíen son conocidos como verrugas venéreas o del pene, éstos infectan la piel y pueden hacer aparecer verrugas en el pene, la uretra, la vulva, la vagina, el cuello del útero y en las cercanías del ano. Todas estas son zonas húmedas que favorecen la proliferación de este virus. Evidentemente, si practicamos el sexo oral pueden surgir condilomas en el interior de la boca o en la garganta.

Son verrugas duras, ásperas, rojizas y pueden aparecer solas o en grupo. Cuando crecen mucho se abren tomando la apariencia de una coliflor y resultan muy molestas ya que vienen acompañadas de picor en el pene, aumento del flujo vaginal y sangrado después de la penetración.

Las verrugas genitales a menudo desaparecen solas y sin necesidad de tratamiento, en caso de necesitarlo éste puede ser mediante la aplicación de cremas en la zona afectada, o bien, acudir a la solución quirúrgica, como por ejemplo la cirugía láser.

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