Los consoladores son el juguete sexual más conocido, dependiendo de los materiales con que se fabriquen pueden ser rígidos o flexibles. Pueden tener un aspecto que trate de imitar los penes reales o, por el contrario, que experimenten con todo tipo de formas y colores.

Dos ejemplos claros pueden ser los consoladores que vemos en la imagen de arriba, por un lado tenemos la réplica del pene de Rafael Carreras, en tamaño original y con todo detalle, y junto a él un consolador anal y vaginal cuya forma más parece la de un objeto minimalista con el que podríamos decorar el salón de casa.

Ambos tienen la misma función, disfrutar de la penetración, pero cada uno tiene sus ventajas. Por un lado el pene realistico resulta más morboso y además viene provisto de ventosa, lo cual permite que se sujete solo sobre cualquier superficie rígida, por su parte el consolador rojo tiene una superficie lisa que una vez lubricada se introduce con facilidad por cualquier orificio, permitiendo por ejemplo que dos personas se penetren al mismo tiempo…

Cuando estos juguetes sexuales vienen equipados con dispositivos electrónicos internos, que funcionan gracias a pilas o baterías recargables, se convierten en vibradores, una opción más versátil y divertida ya que no necesariamente recurre a la penetración para proporcionar placer, de hecho hoy en día muchos vibradores se diseñan para uso externo.

Ahora bien, cuando lo que nos interesa es estimular el interior, entonces puede ser interesante echar un vistazo a los vibradores Punto G, cuyas formas y curvaturas se encargan de estimular las paredes de la vagina, y en particular el misterioso punto G, cuya leyenda dice que es capaz de proporcionar a la mujer orgasmos aún más intensos.

Digo lo de leyenda con cierta ironía porque hay muchas mujeres y también sexologos, que afirman aún hoy en día que tal punto no existe, que es una mera confluencia de terminaciones nerviosas a su paso hacia el clítoris. Hasta que la ciencia nos aclare este punto, seguirá abierto el debate, y hasta entonces ¿por qué no descubrir y experimentar estos otros placeres y orgasmos que se esconden en el interior de la vagina?.

En cualquier caso, existen cientos de vibradores diferentes, los hay por ejemplo que son sumergibles, y los hay que funcionan con mando a distancia, los podremos usar a solas o en compañía, y algunos incluso los podremos disfrutar durante el coito. En resumen, y parafraseando el dicho popular para gustos los colores, podríamos decir que para gustos los vibradores 😉