Esta es una de esas noticias que corren como la pólvora, un titular que vende y más si está apoyado en un estudio realizado por investigadores de una universidad. Al parecer un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Florencia concluye que los niveles de deseo sexual son mayores entre las mujeres que beben entre uno y dos vasos de vino diarios.

Antes de continuar con la noticia pongámonos en situación, lejos de ser un estudio estrambótico, es una investigación llevada a cabo en una de las regiones vitivinícolas más importantes del país, la cuna del Chianti y que por tanto tiene un especial interés en vincular el consumo del vino con cosas positivas para nuestra salud.

Pero sigamos desgranando la noticia, así de primeras una puede pensar que debe empezar a tomar vino tinto si quiere que se le dispare la libido o bien que esto podría incitar el consumo de esta bebida, incluso que nuestras parejas decidan regalarnos vino en lugar de flores y bombones! (por mi encantada) 😉

Sin embargo el tema es bastante más sencillo y de hecho tanto los investigadores como el Journal of Sexual Medicine (revista que lo publicó), aclaran que los resultados deben ser interpretados con cuidado y que en ningún caso se sugiere una potencial vinculación entre el consumo de vino y una mejor sexualidad.

Para el estudio se reclutaron a 800 mujeres de entre 18 y 50 años que no presentaban ningún problema de salud sexual. Además se descartó por adelantado a todas aquellas que consumían más de dos vasos de vino al día para evitar la confusión con los efectos causados por el consumo excesivo de alcohol.

El estudio en si fue realizado con ayuda del test Índice de Función Sexual Femenina, el cual a través de 19 preguntas nos permite determinar si una mujer padece algún tipo de disfunción sexual dentro de los seis dominios que analiza: deseo, excitación, lubricación, orgasmo, satisfacción y dolor.

Para analizar mejor los resultados decidieron dividir a las mujeres por su nivel de consumo, así obtuvieron tres grupos: uno de mujeres que consumían entre 1 y 2 vasos de vino al día, otro de mujeres que consumían menos de 1 vaso de vino al día o cualquier otra bebida alcohólica, y por último las abstemias, es decir, que no consumen nada de alcohol.

Los resultados fueron los siguientes: la media entre las que bebían más de un vaso de tinto al día fue de 27,3, comparado con el 25,9 de las que bebían menos de una copa o el 24,4 de las que no bebían nada. Teniendo en cuenta que la nota de corte para este test suele ser de 26,5, ni las abstemias ni las que consumen menos de un vaso aprobarían!

Pero ahí no queda la cosa, es que además la media de edad del grupo de mujeres que consumían más de un vaso de vino al día era mayor que la media de los otros grupos, cuando patológicamente se sabe que el paso de los años conlleva a una disminución del deseo sexual.

De momento la teoría más plausible para explicar estos resultados sugiere que los antioxidantes del vino tinto tienen efectos beneficiosos en los tejidos de los vasos sanguíneos, ensanchando estos y por tanto ayudando a incrementar el flujo sanguíneo a áreas clave del cuerpo.