Con frecuencia me descubro a mi mismo leyendo artículos sobre investigaciones inverosímiles acerca del sexo y la sexualidad, pero qué le vamos a hacer, cada uno tiene sus inquietudes. En esta ocasión rizo el rizo con una investigación acerca de la guerra de sexos entre patos. Al parecer los siempre inquietos investigadores universitarios han hecho un nuevo descubrimiento, se trata de una intrigante y curiosa evolución en la manera que éstos se reproducen.
Los patos hembra han desarrollado una curiosa manera de evitar quedar embarazadas de candidatos indeseables, patos agresivos por su parte han desarrollado penes más largos y con forma espiral: vaginas con forma espiral, pero en el sentido de las agujas, lo cual es justo lo opuesto para así frenar sus penes.
Lo se, resulta inverosímil y mira que te avisé al principio, pero llegados a este punto seguro que quieres saber un poco más.
Al parecer los patitos que vemos tan tranquilos pataleando, nunca mejor dicho, por los lagos y estanques de parques y zoológicos, llevan una vida sexual un tanto agresiva. La pobres patas hembra son violadas de forma habitual, aunque los investigadores lo llaman reproducción forzadas.
Obviamente la pata no es tonta, ella sabe que es algo más que un agujerito y una fábrica de huevos, así que como ella también quiere decidir de quién desea tener descendencia, con el paso del tiempo han ido desarrollando vaginas más complejas con forma de espiral o callejón sin salida.
Lo curioso de esta guerra se sexos es que tampoco es propio de todas las aves, de hecho muchos pájaros apenas tienen falo, sin embargo los patos pueden contar con un pene de hasta 20 cm escondido en su interior y presto a extender en el interior de la vagina de una hembra desprevenida, y aquí viene ya el dato aún más curioso, el pato es capaz de lograr su erección en medio segundo!
Definitivamente las empresas farmacéuticas deberían estudiar a los patos: penes de 20 cm y erecciones en medio segundo, creo que es sencillamente espectacular.
Dicha investigación fue publicada en el journal Proceedings of the Royal Society B. y fue llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Yale, si quieres ver más detalles puedes leer este artículo en inglés.