En alguna ocasión hemos hablado del himen, especialmente cuando nos referíamos a la perdida de la virginidad o también a cirugía genital, concretamente al hablar de la himenoplastia o reconstrucción del himen. El caso es que ahora Asociación sueca para la Educación Sexual (RFSU) ha lanzado una propuesta para cambiar el hombre al himen por corona vaginal.
Realmente la idea surge porque en sueco se emplea la palabra mödomshinna para referirse al himen, lo cual se traduce literalmente como “membrana de la virginidad”. Obviamente este término si tiene connotaciones erroneas y por tanto tiene más sentido que sea cambiado.
En español, la palabra himen proviene del latín hymen, y este del griego ὑμήν, que significa membrana y por tanto no tiene vinculación alguna con la virginidad. Según el diccionario de la R.A.E., se trata de un repliegue membranoso que reduce el orificio externo de la vagina mientras conserva su integridad. Nuevamente ninguna mención a la virginidad, con lo cual poco interés hay en rebautizar al himen.
No obstante el panfleto publicado contiene mucha más información acerca del himen que hemos considerado interesante traducir y esperamos sea útil para disipar muchas dudas y mitos asociados a la virginidad y el himen, ahora también llamado corona vaginal.
El himen o corona vaginal se encuentra a uno o dos centímetros de la entrada de la vagina. Al igual que la labia, como puedes ver en la imagen de arriba, el himen de cada mujer se ve diferente: de diferente tamaño, color y forma. Consiste básicamente en capas más o menos replegadas de tejido mucoso, de color rosado, casi transparente. Aunque puede ser más grueso y de color más pálido o blanquecino, en la gran mayoría de los casos es elástico.
Es raro, pero se puede dar el caso de que una mujer tenga el himen completamente cerrado, en tal caso será necesario hacer una visita al ginecólogo para realizar un pequeño procedimiento de apertura que permita que el fluido menstrual salga, para poder usar tampones y para mantener relaciones sexuales.