Uno no nace sabiendo todo en materia de sexo, de hecho muchas cosas las vamos aprendiendo sobre la marcha, y algunas de ellas requieren de práctica para que seamos buenos amantes. Los preliminares son los juegos previos de besos, caricias y masajes que sirven como preludio al coito. Si sientes que no dedicáis bastante tiempo u os faltan ideas, aquí os dejamos algunas que seguro os serán útiles.
Atar a tu pareja, ya sea en películas para todos los públicos, como en otras solo aptas para mayores de 18, hemos visto en múltiples ocasiones el juego erótico de atar al otro al cabecero de la cama, a una silla o a los barrotes de una escalera. Para hacerlo bien, lo suyo es comprar un kit de bondage como los que venden las tiendas eróticas. Aparte de esposas y grilletes seguro nos proporcionan algún que otro accesorio con el que castigar a nuestro amante: un látigo para azotar, un plumero para hacer cosquillas, etc.
Masturbarse delante de tu pareja, sin duda es una excelente idea para los preliminares, ya que puede resultar muy excitante para ambos. Además puede ayudar a crear ese deseo sexual que está un poco de bajón cuando andamos estresados. Podemos combinar esta idea con la anterior, al hacer que él o ella permanezca inmovilizado mientras nos masturbamos o le masturbamos, el subidon de libido será notable.
Vendar los ojos, a veces no nos damos cuenta de cuanto hace el sentido de la vista por nosotros, y de cuantas sensaciones nos perdemos o pasan desapercibidas. Una manera de comprobarlo es vendar los ojos de tu pareja, para luego ir acariciando y besando su cuerpo, haciendo confesiones morbosas al oído y mordiendo suavemente su cuello. Esto puede ser útil tambien cuando nuestra para siente vergüenza por hacer el amor con la luz encendida o determinadas practicas sexuales, cuando se quiera dar cuenta, aunque no lo vea, sabrá que ha superado sus miedos o barreras psicológicas.
Satisfacer sus fantasías, mucha gente tiene pequeñas fantasías que cuestan muy poco hacer realidad, lo único que necesitamos es dejar a un lado tu lado pudoroso y dejarte llevar por la ilusión y la lujuria de hacer realidad una fantasía erótica. Y para dar mayor realismo, mejor será echar mano de un disfraz erótico.
Lencería sexy, puede sonar demasiado clásico, pero es que en lugar de deslumbrar con un nuevo conjunto de lencería haciendo un striptease, te propongo que actúes como si tal cosa, es decir, te pones tu arrebatador conjunto de lencería como quien se pone la bata para estar por casa, y entonces te paseas de esa guisa de aquí para allá… a la cocina para hacer un té o buscar algo de comer, luego al salón para ordenar un poco cual doncella despistada, etc. Puede que te sorprenda, pero no podrá evitar seguirte por la casa, aunque sea con la mirada, y finalmente acudirá a ti como abeja a la miel para picar con su aguijón 🙂
Hacer cosquillas, cierto es que hay gente que no las soporta, pero al mismo tiempo es algo que hace reír y que puede acelerar el pulso cardiaco, lo cual nos viene de perlas para unos preliminares. Prueba también a hacer cosquillas en las zonas erógenas, porque posiblemente desencadenen una excitación inmediata lubricando la vagina o endureciendo el pene. Si luego ves que no les gusta, tampoco insistas, hay gente que se pone muy nerviosa con el tema de las cosquillas.
En resumen, no dudes en usar alguna de estas ideas o combinarlas dándole tu toque, si tienes éxito o quieres compartir alguna idea, la puedes dejar más abajo en los comentarios.