Cuando intimamos solemos poner consciente o inconscientemente todos nuestros sentidos para obtener el mayor placer, desde la vista al olfato, pasando por el gusto, el oído, y sobre todo el tacto. El tacto es un sentido maravilloso que unos tienen más desarrollados que otros, pero lo que quizás ignorabas es que en igualdad de condiciones la mujer tiene un tacto más sensible.

Esto no lo digo yo, fue fruto de una instigación llevada hace unos años y publicada en el Journal of Neuroscience. En dicha investigación la conclusión principal a la que llegaron Daniel Goldreich e Ingrid M. Kanics fue que los ciegos tienen una mayor agudeza táctil que las personas con una visión normal, pero paralelamente también descubrieron que las mujeres son más sensibles al tacto que los hombres.

Para llevar a cabo el experimento diseñaron un sistema automatizado para estimular las yemas de los dedos indice de personas ciegas y videntes por medio de superficies que tenían ranuras paralelas y aplicando diferentes medidas de presión, hicieron múltiples pruebas a personas con diferentes grados de deficiencia visual, a personas que habían sido ciegas de toda la vida, así como a personas que no tenían problemas de visión.

Independiente del grado de deficiencia visual los ciegos ganaron por goleada a los videntes, y al parecer descubrieron que con la edad vamos perdiendo tacto, es más, calcularon una media que indicaba que la agudeza táctil de una persona ciega equivalía al de una persona con visión normal de su mismo sexo pero con 23 años menos.

El que las personas con problemas de visión tengan una mayor agudeza visual parece ser que se debe a que tienden a desarrollar otros sentidos para suplir sus carencias visuales. Y el que las mujeres sean más sensibles al tacto se debe en teoría a que poseen una mayor concentración de terminaciones nerviosas de Merkel (nada que ver con Angel Merkel…), las cuales son altamente sensibles y se encuentran más agrupadas en las puntas de los dedos.

En fin, espero que te haya parecido interesante, ya tienes algo nuevo que contarle a tu pareja y con lo que podéis experimentar, puedes probar a vendarle los ojos e ir acariciando con las yemas de tus dedos el cuerpo de tu pareja, o dejar que te vende los ojos a ti y luego guíe tu mano para que seas tú quien adivine qué parte del cuerpo estás tocando.

Por si quieres profundizar sobre el tema, aquí tienes el informe del estudio.