Aunque a muchas les cueste creerlo, hay quien tiene debilidad por las mujeres embarazadas, esa pancita, esos senos hinchados y esa sensación de estar haciendo algo “prohibido” o de dudosa moralidad los excita sobremanera.
Tanto si tienes este tipo de fantasía como si no, en el momento que tu mujer queda embarazada te planteas cómo será el tema sexual en los próximos meses, si se puede tener sexo o no, si hay que evitar ciertas posturas, etc. Para echarte un cable aquí hemos hecho un pequeño resumen por trimestre, con algunos consejos que os pueden ser útiles.
Sexo durante el primer trimestre
El primer trimestre del embarazo el bebé es muy, muy pequeño. De hecho, es demasiado pequeño como para que le perjudique hasta el sexo más salvaje. El primer mes o dos, el bebé es microscópico e incluso en el tercer mes, tan sólo mide algunos centímetros. El sexo durante esta etapa del embarazo es casi siempre seguro, a menos que tu médico te diga lo contrario.
Puede ocurrir que durante el primer trimestre la mujer se sienta cansada debido a los cambios que está sufriendo, y esto haga que pierda interés en las relaciones sexuales. Los cambios hormonales, el cansancio, las nauseas, etc.; no es fácil lidiar con todo eso, y encima sentirse sexy, por tanto tampoco es recomendable presionarla.
Sexo durante el segundo trimestre
Después del primer trimestre de embarazo, las náuseas comienza a disminuir y la mujer puede sentir que tiene un respiro y comienza a dominar la situación. Es probable que tenga más ganar de tener relaciones sexuales, e incluso puede que se explaye en los preliminares. En estos meses ella comienza a engordar y es cuando uno se plantea más seriamente lo de las relaciones sexuales durante el embarazo.
A menos que un médico te indique lo contrario, es perfectamente seguro mantener relaciones sexuales durante el segundo trimestre. Incluso puede resultar más placentero de lo que nunca ha sido, ya que nunca antes han estado tan sensibles sus genitales como ahora. No obstante, las posturas sexuales de siempre puede que ahora resulten incómodas. En cuanto al bebe, no te preocupes, no vas a darle “pollazos” en la cabeza… por mucho que penetres él siempre estará protegido por el líquido amniótico, el útero y los músculos.
Sexo durante el tercer trimestre
Este trimestre es la recta final y cuando el bebe está más grande, lo cual obligará a buscar posturas sexuales donde la barriga no sea un impedimento para que el pene penetre en la vagina. Quizás no sea fácil, y de hecho puede resultar agotador, equiparse con algunos cojines y disfrutar del estilo perrito suele ser lo más habitual.
Quizás lo ignorabas, pero el hecho de mantener relaciones sexuales en el último mes de embarazo puede precipitar los acontecimientos y hace que el niño nazca una o dos semanas antes. ¿Por qué?, pues al parecer por un lado por la agitación que provoca ahí abajo la penetración, y por otro lado por las hormonas presentes en el semen del hombre.
Cuando el sexo durante el embarazo no es seguro
Como hemos comentado a lo largo del artículo, puede haber momentos durante el embarazo que por diversas razones el médico nos recomiende no mantener relaciones sexuales. Esto sucede especialmente en los embarazos de alto riesgo.
No tengas miedo en consultar en todo momento con tu médico, responden a este tipo de cuestiones continuamente y no le sorprenderá que quieras tener información sobre si es apropiado o no mantener relaciones sexuales durante el embarazo, e incluso sobre cuales son las posturas más apropiadas.
Igualmente, si experimentas algún tipo de dolor durante el coito estando embarazada, es importante comentarlo con el médico por si fuera necesario realizar alguna revisión. El sexo durante el embarazo puede resultar incomodo, pero en ningún caso debe ser doloroso.
Si por lo que fuera el médico te recomienda no mantener relaciones sexuales durante el embarazo, seguramente también te consuele recordándote que en el sexo no todo es penetración, se puede intimar de muchas manera diferentes, la masturbación y el sexo oral son dos opciones muy válidas, seguras y placenteras, de hecho rara vez se llega a desaconsejar el sexo oral a una mujer en un estado de embarazo avanzado.
Por supuesto también se puede experimentar con juguetes eróticos, obviamente aquellos que no incluyan penetración, lo cual nos sigue dejando un amplio abanico de productos capaces de provocar intensos placeres estimulando las zonas erógenas externas: pezones, clítoris, y por qué no también las zonas anales (nuevamente con el beneplácito del médico).
Si te encuentras en el peor de los casos, es decir, que ella no quiere o simplemente no puede, siempre podemos recurrir a los masturbadores masculinos, hay infinidad de modelos y no necesariamente tenemos por qué usarlos a solas. Lo mismo el ver cómo nos masturbamos la anima y hace que venga a echarnos una mano.