Con esta mini serie de post vamos a conseguir que te conviertas ya en una experta dando sexo oral a un hombre, en el primero ya vimos los básico sobre cómo dar placer a un hombre conociendo las diferentes partes del pene y recomendamos algunas posturas, en el siguiente dimos algunos consejos para dar sexo oral como el uso de lubricantes y caramelos, y en este ya entramos en materia con consejos prácticos a la hora de chupar una polla (hablando mal y pronto…), comenzamos:

• No tengas vergüenza, para un hombre es un orgullo que le chupen el pene y que le den sexo oral en general, por tanto le gusta contemplar los acontecimientos, no te escondas entre las sábanas o le tapes los ojos a menos que forme parte del juego. Si tienes el pelo largo será mejor que lo recojas, sino ya verás que él te lo sujeta sobre la nuca con tal de ver como se la chupas…
• Hazle desear, no hace falta que te la metas directamente, es mejor si le haces desear un poco jugando a pasar tu lengua a todo largo, o dándole besos en la ingle o en los testículos mientras lo masturbas con una mano hasta que tenga una buena erección.
• Protege tus dientes, reserva tus dientes para otros menesteres, a la hora de dar sexo oral lo ideal es que tus labios cubran los dientes y, gracias a la saliva y la lubricación, el pene se deslice sin problemas.
  Una vez dentro, evita también las muelas, ya que aunque no sean afiladas pueden provocar rozaduras en el glande. Tampoco te agobies, realmente con las práctica verás que no es nada complicado.
• Juega con la lengua, se trata de un músculo maravilloso y fundamental en el sexo oral, úsala para lamer tanto el pene como los testículos, así como el perineo e incluso el exterior del ano si está limpito.
  Pasea tu lengua a todo lo largo del pene, y en especial en la punta, tanto si lo tienes dentro de tu boca como fuera, haz que tu lengua recorra la corona del pene porque ahí hay muchísimas terminaciones nerviosas, y dale guerra también al frenillo.
• Utiliza tus manos, serán tus mejores aliadas en el sexo oral, tanto a la hora de masturbar, como al masajear, así como al bloquear la entrada del pene para que no te provoque arcadas al tocar la campanilla.
  Por ejemplo, puedes usar una mano para apoyarte o masajear los testículos, mientras la otra sujeta el pene por la base para mantenerlo bien recto, como si de un polo de helado se tratara, y con idea de que entre derechito en tu boca.
  Te cuento que, si bien resulta placentero notar como entra y sale el pene de la boca, hasta cierto punto no hace falta que te metas todo el pene en la boca, ya que las principales fuentes de placer están en la punta, con lo cual te puedes meter solo la mitad del pene en la boca mientras la mano agarra el resto y lo masturba, con ello también consigues que alcance antes el orgasmo, muy útil cuando la cosa se eterniza y quieres acabar.
• ¿Como le chupo la polla? Pues depende de la situación, y depende de los gustos de cada uno, por ejemplo lo mismo prefiere que le agarres el pene con fuerza y succiones la punta, o lo mismo prefiere que se la chupes con cariño como si te estuvieras tomando un helado o chupando el caramelo más sabroso que jamás hayas saboreado. Prueba de diferentes maneras y observa su reacción, y pregúntale cómo le gusta más.
• Los testículos y el perineo, es muy interesante las sensaciones que ofrece estimular esta zona antes y durante el orgasmo. Prueba a jugar con sus testículos, los puedes masajear, chupar o lamer, lo mismo te digo con el perineo, que es la zona que se encuentra entre los testículos y el ano.
• Respira!, personalmente me resulta hasta gracioso cuando a una mujer le da por meterse el pene en la boca y comenzar a succionar sin respirar, llega un momento que se queda sin aire, lo que le hace sacar el pene de golpe para poder respirar y no morir de asfixia… a menos que este sea el objetivo de tu juego erótico, lo ideal es que respires por la nariz para que no te falte el aire en ningún momento, o si estás resfriada o te cuesta, pues para de cuando en cuando y aprovecha para jugar con tu lengua o las manos.
• El ano, para alguno se trata de un territorio prohibido y vetado a toda persona, lo consideran únicamente un orificio por donde puede salir lo que haga falta, pero no puede entrar ni el bigote de una gamba!. No le obligues o se puede cerrar en banda, en todo caso si quieres que experimente aprovecha los momentos de mayor excitación para acariciar con la yema de tus dedos, puede que con el tiempo ceda y acabe dejando que lo penetres y entonces se dará cuenta de lo placentero que puede ser, sobre todo al alcanzar el orgasmo.
• Ve variando, no hagas todo el rato lo mismo porque entonces se hace algo monótono (es como follar todo el rato en la misma posición) se pierde un poco la excitación, al mismo tiempo te permitirá relajar la lengua, la mandíbula, etc., puedes estar chupándola unos minutos, para luego pasar a lamer y besar, entre tanto no olvides usar tus manos. Tampoco lo dejes al abandono mucho rato, si es sexo oral es sexo oral, así que rápidamente estará deseando que vuelvas a succionar su pene 😉
• Prueba a apretar la base del pene, de esta manera reduces el flujo sanguíneo como haría un anillo para pene, consiguiendo que la polla se ponga más dura e incluso un poco más gruesa.
• La eyaculación, tu eliges si quieres ver salir el chorro de semen, si quieres que lo haga caer sobre tus pechos o tu cara, o incluso si quieres que eyacule dentro de tu boca. Hazlo como te excite más o pregúntale antes de empezar lo que le gustaría.
  Si le vas a dejar eyacular en tu boca, usa un condón o haz que el pene no esté muy al fondo sino te puedes atragantar y empezar a toser o escupir rompiendo por completo el halo de erotismo…

Y ya por terminar, te cuento que las mejores mamadas se consiguen disfrutando, si una no disfruta él no lo siente igual, recuerda que en el sexo oral debe disfrutar tanto el que recibe como la que da. No hace falta que memorices y hagas todo lo comentado, ve probando y viendo como reacciona, también es bueno que le vayas preguntando y conociendo que estímulos funcionan mejor con él, esto no es un abc, lo que uno disfruta a otro le puede resultar hasta molesto o aburrido.