La nuevas tecnologías son en ocasiones herramientas de doble filo, si bien nos ayudan a hacernos la vida más fácil simplificando infinidad de tareas, también en ocasiones pueden llevarnos a cometer errores con crueles consecuencias. Es el caso del artículo de hoy donde hablamos sobre el sexting y el peligro de los móviles o celulares.
Hoy en día la mayoría de los dispositivos móviles que incluyen cámaras, estos permiten tomarnos fotos o realizar secuencias de vídeo sobre nosotros mismos. Es realmente sencillo crear contenido erótico y pornográfico con uno mismo como protagonista, la idea en sí es tentadora y morbosa, sin embargo cuando hablamos de menores el asunto puede rebasar los límites de la legalidad.
El sexting consiste en enviar contenido erótico, ya sea de uno mismo o de otra persona, que fácilmente puede ser considerado como pornográfico, a través de los teléfonos móviles o aparatos similares.
Desde hace unos años se ha detectado que el envío de mensajes de texto, fotos y vídeos con contenido sexual a través de teléfonos móviles está causando no pocos problemas a muchas personas, principalmente adolescentes, que luego son victimas de acosos y extorsiones.
El sexting y los adolescentes
El sexting es una contacción de sex y texting, y a los que lo practican se les puede denominar sexter; afecta principalmente a adolescentes dado que son más crédulos, manipulables y tienden a enamorarse con mayor facilidad.
A sabiendas de esto, muchos pedófilos y pederastas se hacen pasar por personas más jóvenes con idea de entrar en contacto con ellos vía Internet y posteriormente vía móvil para tratar de obtener imágenes y vídeos que luego emplearán para disfrute personal o incluso para distribuir e intercambiar en redes de contenidos pornográficos.
En otros casos son amigos y ex parejas despechadas que ven como una buena idea el vengarse distribuyendo este tipo de contenidos a través de Internet (también se conoce como sex casting), sin saber las consecuencias legales y penales que les esperan. Este tipo de acoso o bullying suele implicar a adolescentes con ganas de atormentar, humillar y molestar a otro vía Internet, móviles, videoconsolas, etc.
Por tanto hay que pensárselo dos veces antes de mandar este tipo de contenidos haciendo sexting, porque realmente son muy pocas las garantías que tenemos de que esa persona más tarde o más temprano no acabe haciendo un uso indebido de ellos y nos traicione distribuyéndolos entre sus amigos y conocidos.
Para saber más acerca de este tema puedes echar un vistazo en la Wikipedia o en este artículo publicado hace unos días en el diario el País donde se denuncia que un tercio de los adolescentes practica o padece ciberacoso, también conocido como cyberbullying.