Sin duda los tangas y bragas vibradoras son un invento curioso, divertido y excitante. Tanto para la mujer que las usa, como para la persona que tiene el control, resulta estimulante este tipo de juegos. El tener el control sobre la otra persona o el no poder controlar una misma unas vibraciones en unas zonas tan íntimas…
Una de las fantasías más comunes a la hora de usar cualquier vibrador por control remoto es el utilizarlos en público, delante de otras personas y sin que éstas sean conscientes de lo que está pasando delante de sus narices, un poco como hacer el amor en público sin que te vean.
En este sentido las braguitas vibradoras son de lo más práctico, ya que se ajustan perfectamente, aunque no son vibradores completamente silenciosos, ha de haber un poco de ruido ambiente, sino más uno puede pensar que hay algún móvil por ahí recibiendo una llamada.
En ocasiones alguna películas se hacen eco de algunos juguetes eróticos, por ejemplo el año pasado en la película Quemar después de leer fue la rampa Liberator que George Clooney llevaba de un lado para otro, y este verano hemos podido ver las bragas vibradoras Astrea en la película La Cruda Realidad, donde por un momento la protagonista pierde el control remoto en un restaurante y se ve sometida a los antojos de un niño que no sabe muy bien para que sirve ese mando con botones.
Y ya que hablamos de él, te cuento que suele ser un mando control remoto con el que podemos encender y apagar el vibrador, así como ir variando las intensidades de vibración. La braga incorpora un discreto bolsillo donde se aloja el pequeño vibrador, que además puedes utilizar por separado.
Cuando lo usamos dentro del bolsillo de la braga, el vibrador se sitúa a la altura del clítoris y los labios, el lugar idóneo para que sus cosquilleos y vibraciones te estimulen. Por si no lo sabes, también existen arneses y braguitas vibradoras que insertar un dildo en la vagina para estimular el punto G y las paredes vaginales.
Entiendo que para algunas chicas usar una braga vibradora puede resulta embarazoso (aunque en su fuero interno le excite la idea), pero creo que es un regalo original y divertido, algo que a buen seguro romperá con la rutina y donde tú y tu pareja seréis cómplices dando y recibiendo placer sin que nadie más lo sepa, a menos que te delaten los pequeños temblores y gestos de satisfacción.
Al ser un juguete erótico cada vez más popular podemos encontrar más modelos y a precios más asequibles, hablo de precios para tangas y bragas vibradoras a partir de los 20 euros, además si te sientes más cómoda y sexy con un tanga puedes encontrar esta versión.
Para que te hagas una idea y por si aún no has visto la película, aquí te dejo la famosa escena de la Cruda Realidad.