Dentro del interesante documental El Sexo de los Dinosaurios se habla de la teoría gastronómica del sexo, una teoría donde traemos a colación el tema del sexo y la sexualidad a lo largo de la historia y como resultado nuestra actitud hoy en día hacia estos temas.
La historia en general es uno de mis temas favoritos, y si la combinamos con sexualidad me parece aún más entretenida; de hecho cuando estudiaba en el instituto una de mis profesoras favoritas fue la de historia, más que nada por su manera de contarnos la historia de España como si de una telenovela se tratara, la muy chismosa no hacía más que enredar en quién se había tirado a quién, quien ponía los cuernos a quién, cuales eran sus amantes, sus devaneos, etc.
Como bien comentan en la teoría gastronómica del sexo, en occidente durante siglos se consideró denigrante mantener sexo por placer, ya que nos equiparaba a los animales, y curiosamente los animales por lo general sólo tienen sexo para reproducirse… con lo cual, el tener sexo por placer es justamente una de las cosas que nos diferencian de los animales.
Aunque en este punto tengo que discrepar un poco, porque en más de una ocasión he visto a diferentes especies copulando por mero juego o práctica, sino que me digan que hace un perro montando a otro perro o el tribadismo en los bonobos.
Pero volviendo a los humanos, lo triste es que durante siglos muchas generaciones han tenido que sufrir bajo este yugo, sin poder liberar sus pasiones como les pedía su cuerpo y su corazón, ya que siempre estaban ahí los representantes de Dios en la tierra para hacernos creer que a Dios lo que le gusta es que suframos, para luego recompensarnos en el paraíso o en otra vida, algo así como firmar una hipoteca sin ver la casa y sin poder poner un pie dentro hasta que no la termines de pagar…
Esto además ha causado otros daños colaterales, como por ejemplo la surrealista postura de la Iglesia sobre el uso del preservativo. El considerar que la gente sólo debe mantener relaciones sexuales para reproducirse impide el uso de anticonceptivos y métodos que hagan de barrera contra las enfermedades de transmisión sexual, un tema que tratamos en el artículo el sida y la religión.
También es sabido que dentro del cristianismo hay diferentes corrientes, y algunos de ellos si defienden una mayor libertad sexual, en esta línea resultan alentadoras las palabras del padre José Guillermo Mariani, ya que al menos algunos sí son conscientes del daño provocado:
la sexualidad tomada como placer, como alegría, como expansión del ser humano, ha sido siempre vista como un pecado porque el catolicismo introdujo el concepto de que a Dios lo que le gusta es que suframos […] esto ha traído muchísima amargura, retracción y hasta fanatismo, todo lo que se hace con alegría o con gusto no es agradable a Dios.
Y esta teoría gastronómica del sexo inevitablemente nos conduce a otro tema candente, ¿el ser humano debe ser fiel? Hasta que punto tiene sentido la monogamia? Este tema se aborda en la teoría de las bolas de helado.